La Capilla de Aranzazu, de principios del Siglo XVIII, es uno de los templos religiosos mejor preservados de San Luis Potosí, ubicado en la Plaza de San Francisco, Calle Independencia, esquina con Hermenegildo Galeana.
El área que ocupa actualmente esta plazoleta fue el Convento de San Francisco y formaba parte de las caballerizas; estaba limitado por una muralla con torreones que tenía al poniente la puerta de campo y al norte se ubicaba la puerta falsa.
Para entrar al Templo Franciscano, hay que cruzar el Museo Regional Potosino del año 1592, que exhibe una colección de piezas indígenas huastecas, y subir una larga escalinata para llegar a la Capilla de Aranzazu, un espacio ideal para admirar los detalles del barroco y sumergirse de lleno en las paredes, las cúpulas y los retablos llenos de simbolismos. El diseño arquitectónico de la Capilla es considerado único en América Latina, ubicada en una planta superior.
Desde el exterior, es uno de los edificios más representativos de San Luis Potosí; con su color amarillo intenso, su cúpula iluminada durante las noches, el hermoso ventanal barroco y se detallan una serie de argamasas que coronan la edificación, que también dan hacia la Plaza de Aranzazu, uno de los símbolos de la ciudad, de la Capilla de Aranzazu, recinto construido entre 1749 y 1760.
El interior del oratorio, considerado Monumento Nacional, es cruciforme, y sobresale la decoración de sus bóvedas y pilastras. Pinturas al óleo decoran sus muros, entre ellas, Santa Rosalía, del pintor Miguel Cabrera.
Es una capilla para observarla; no basta una visita rápida sino admirar detenidamente; y es importante saber que la gran cantidad de elementos churriguerescos en el interior representan una alusión a la región Huasteca del Estado de San Luis Potosí, famosa por su exuberancia selvática.
La Capilla como la Plaza de Aranzazu son importante lugares turísticos, un sitio que destaca por su intensa iluminación por la noche. Aranzazu, al igual que otros sitios de San Luis Potosí es de los más visitados. El inmueble del Siglo XVIII, una de las pocas muestras de una capilla construida en planta alta, quizá la única en el país que posee un atrio techado y cubierto.
En la plaza se encuentran además del Museo Regional Potosino, la escultura del Adolescente Huasteco y desde luego la Capilla de Aranzazu, que nos invita a estar con el Santísimo Sacramento para darle las gracias por todo lo que nos da.
Fuentes: Ciudad de San Luis Potosí. INAH. CONACULTA. Minube
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