En el conjunto de la Insigne y Nacional Basílica de Santa María de Guadalupe, en la Ciudad de México, en el Cerro del Tepeyac, se ubica la Capilla del Cerrito.
Se levantó una capilla en este lugar en 1666, resultando insuficiente para la cantidad de peregrinos, por ello, en 1749 se construyó una nueva capilla de mayores dimensiones. La fachada de la iglesia, permaneció inconclusa hasta 1950, razón por la que es esa fecha la que aparece inscrita en su lado derecho. En el atrio es posible apreciar los cuatro ángeles en mármol, que realizó el escultor Ernesto R. Tamariz, así como la “Cruz del Apostolado”, colocada el 12 de octubre de 1895. La Cruz se encuentra ubicada a diez pasos del lado derecho de la Parroquia del Cerrito, colocada en 1895, y que está cumpliendo 120 años y continúan venerándola.
Donde se recuerda el milagro de las flores frescas y la primera de las apariciones de Santa María de Guadalupe, se construyó una primera Capilla en el cerro del Tepeyac, en 1666 por voluntad de Cristóbal de Aguirre y Teresa Pelegina. En 1740, el Padre J. de Montufar ordenó la construcción del templo actual, al lado del cual se edificó la casa del capellán que al ser ampliada se usó para ejercicios espirituales.
En el interior de la Capilla se observan frescos del pintor muralista Fernando Leal, a quien se le encomendó narrar la historia de las apariciones, y quien plasmó el encuentro de las culturas y el arraigo de la fe; los cuales rescatan los momentos más significativos de la historia de las apariciones de la Santísima Virgen de Guadalupe, en un obra que se cataloga como única dentro del arte del Siglo XX.
En tiempos de la Nueva España, esta capilla estuvo consagrada a San Miguel Arcángel, quien se representa siempre protegiendo a la Virgen María.
La tradición novohispana, fue San Miguel quien bajó del cielo a la tierra el “retrato” de la Virgen, pintado en el “taller celestial”. En su momento fue patrono de la Ciudad de México.
Del año 1945 a 1950 se reparó el templo, y se construyó una pequeña plazoleta a la que se le colocaron cuatro esculturas de los Arcángeles Miguel, Rafael, Gabriel y Uriel. En el lado oriente de esta Capilla actualmente se encuentra el Convento de las Religiosas Carmelitas, comunidad de enclaustro que realiza actividades relacionadas con el cuidado de la Capilla y oración por el mundo.
Sobre una de las partes altas del cerro, en la explanada de la Capilla del Cerrito, se encuentra un mirador donde, en los días de cielo despejado, se puede ver una de las más hermosas vistas del Valle de México.
Cabe resaltar que diariamente se lleva a cabo la Celebración Eucarística, y gracias a Dios con buen número de feligreses que participan el la Santa Misa.
Un hermoso lugar que vale la pea conocer y aprovechar para hacer una visita al Santísimo Sacramento.