El Ex Convento Agustino Siglo XVI y la Parroquia Santa Cecilia están ubicados en Av. Independencia #16 A esquina con la calle 3 Poniente, en el centro de Atlixco, Estado de Puebla, México.
El Templo está dedicado a Santa Cecilia, y fue fundado por Fray Juan Adriano en los años 1589 y 1593.
Es la tercera fundación del clero en la Villa de Atlixco y la fundación de su Convento se hizo en la última década del Siglo XVI, bajo la encomienda de Fray Melchor de Vargas; la misión de los Agustinos no fue la de evangelizar indígenas, sino la de presentar a su Orden y auxiliar en sus devociones a los habitantes criollos de este municipio.
Los Frailes de la Orden de San Agustín llegaron a la Villa de Carrión en 1590. El primitivo templo debió terminarse para 1698. A finales del Siglo XVII el Convento Agustino constaba con 10 religiosos, de los cuales dos de ellos eran “lenguas”, es decir, que predicaban y confesaban en náhuatl.
La entrada central se encuentra en esquina, es la más importante y se pueden apreciar una escultura de San Agustín como remate y la frase de alabanza a la Santísima Virgen Maria: «GLORIA TIBI-TRINITAS» Tiene tres accesos al atrio y sus portadas son de estilo barroco popular. La torre es rica en ornamentación y las columnas salomónicas están talladas en argamasa. El interior de la parroquia es de una sola nave de proporción angosta y alta con crucero y cúpula. En las pechinas de esta están pinturas de San Agustín, San Gregorio, San Ambrosio y San Jerónimo. En el retablo principal en el primer cuerpo la imagen de Santa Cecilia, en el segundo cuerpo la imagen de Jesús crucificado y remata una escultura de la Santísima Trinidad. A los lados de la nave en las paredes, grandes pinturas con escenas bíblicas enmarcados en dorado. En los muros del sobreclaustro se encuentran repintados las escenas de: El Bautismo, La Conversión y La Sepultura de San Agustín, por Nicolás Rodríguez Juárez. Cabe mencionar que el templo sufrió daños y fue entonces que desaparecieron algunos de los retablos dorados que adornaban el interior del templo. El Vía Crucis, enmarcadas las estaciones en madera de estilo modernista y algunas imágenes en peanas. Da más luz al recinto grandes candiles de prismas y vitrales con pasajes bíblicos y santos de la Orden de San Agustín.
Los confesionarios y el pulpito de madera tallada; en el pulpito representando a los 4 Evangelistas. El coro con balaustrada en madera talla.
A la izquierda de la nave de la Parroquia está la Capilla de Nuestra Señora de Guadalupe; en el arco de la entrada con letras doradas dice: “Non fecit taliter omni nationi”, “No hizo nada semejante por ninguna otra nación”, así como pechinas y muros laterales de la capilla con escenas de las apariciones de la Virgen de Guadalupe. En el retablo principal un cuadro con la imagen de la Guadalupana enmarcado en dorado y a los lados del cuadro, imágenes de ángeles en posición orante.
Pechinas con las aparicionesde la Santísima Virgen de Guadalupe.
Este convento tuvo particular fama por la imagen del Santo Cristo milagroso el cual aun existe.
A finales del Siglo XVI, se consideraba el primer hospital de Atlixco, que posee un atrio, una pequeña iglesia y un claustro de dos plantas. El claustro del Convento contaba con un gran huerto, lo que ahora es parte del mercado Benito Juárez. Actualmente están en funcionamiento el Templo y el hospital. El claustro es destinado a distintas actividades educativas, funcionando aún como morada para algunos miembros de esta Orden de los Agustinos, además de una Pinacoteca con valiosos cuadros del barroco. Un lugar que invita a la oración, recogimiento y admirar su arquitectura y belleza que nos ayuda a conocer más de la Santa Biblia y a evangelizarnos cada día.
“María tiene reservado a su pueblo un destino único en la historia de la humanidad”
Fuentes: Arquidiócesis de Puebla, Flickr. Puebla Travel